JUVENTUD RURAL EN EL PERU ¿ESTRATEGICA O VULNERABLE?
En los últimos años a través de mi experiencia
personal en la promoción de la juventud rural, investigación de políticas
publicas y conocimiento de la realidad de este sector estratégico de la
población, he descubierto algunas contradicciones que me han llevado a
interrogarme sobre el futuro de esta población tan dispersa sin el apoyo de las
organizaciones de desarrollo y el estado, pues en la diferentes discusiones con
diversos actores como especialistas nacionales e internacionales, promotores y
con los mismos jóvenes que en busca de una identidad juvenil que les es ajena
por su dinámica en la que interactúan en un mundo rural adultocéntrico y que se
configura así por el aporte al trabajo familiar que se inicia en su niñez, lo
que nos lleva a seguir interrogándonos sobre que posibilidad existe de ser
joven en el campo, debido a su construcción social que es mas urbana.
La falta de una visión de país inclusiva real y
definición de roles de sus actores claves en el desarrollo peruano, entre ellos
la juventud rural, viene generando contradicciones entre sus políticas públicas
desde hace muchos años, las cuales son inviables e inejecutables porque estas
no son operativas ni claras para los gobiernos subnacionales (regionales y
locales) y sin articulación entre sectores (ministerios) por lo complejo de sus
conceptos, dejando al mercado que solucione esta problemática lo que ha
generado nefastas consecuencias para el desarrollo rural en la pequeña
agricultura familiar y su status en la sociedad moderna actual.
Durante el gobierno de Alejandro Toledo en el año
2004 se promulgaron los Lineamentos de Política Nacional de Juventudes[1] que
declaraban a la Juventud Rural
e Indígena como vulnerables, mientras que un año atrás en el 2003 la Estrategia de
Desarrollo Rural[2]
lo incluía como sector estratégico al cual deberían financiarles proyectos de
desarrollo desde su propia realidad. Hasta la fecha estas normas siguen
vigentes sin aclarar a cual de estos dos roles estarán enfocadas las políticas
de estado a favor de la juventud rural.
Para hacer frente a la problemática juvenil rural
se les incluyeron dentro de sus ejes a dos políticas públicas: El Plan Nacional
de Juventud 2006-2011[3] del
gobierno de Alejandro Toledo en el año 2005 el cual no se pudo ejecutar por la
desactivación del CONAJU y las Políticas de Obligatorio Cumplimiento[4] del
gobierno de Alan García Pérez en el 2007, el cual recién tuvo indicadores para
su ejecución en el año 2010, ambas herramientas nunca alcanzaron ha incluir a
las juventudes rurales porque su intención de implementación se dio a finales
de estos dos gobiernos.
En el desarrollo de estos ejes se incluyeron a
tres poblaciones con demandas diferentes:
Los afrodescendientes, cuya problemática se basa
en la exclusión y discriminación histórica por su antigua condición de esclavos
y color de piel para la cual ellos mismos han encontrado soluciones como el
“blanqueamiento” (emparejamiento con otras etnias de piel clara para evitar la
discriminación de sus generaciones) y la promoción del arte (música, danza y
gastronomía), cuyos aportes a la cultura peruana no están patentadas y tampoco
son valoradas por el estado, situación que posterga el impulso socio económico
de este sector, se le suma profesionales no valorados intelectualmente, que no
permite que accedan a puestos de poder. El estado identifica a esta población
porque se autodenominan como tales, concentrándose sobre todo en la costa
(Lima, Ica y Arequipa), también podemos encontrar afro rurales en la sierra
Piura;
Los Indígenas, aquí su problemática se basa en la
defensa de sus tierras y su cultura ancestral, donde el mundo moderno busca
arrebatarles sus valores históricos, cambiar la mentalidad a sus nuevas
generaciones e imponer un modelo de estado extractivo contrario a su
cosmovisión afectando su ecosistema, pues la riqueza de sus tierras con grandes
extensiones de bosques, fuentes de agua, yacimientos minerales, hidrocarburos y
otros, generan la codicia de algunos empresarios para generar riqueza sin
valores y el estado, porque los tributos de la explotación de estos recursos le
generan su mayor fuente de financiamiento fiscal. Se encuentran concentrados en
las comunidades amazónicas y campesinas quechuas y aymaras; el estado los
identifica por su lengua originaria y existe un pequeño grupo en las ciudades
estudiando en Universidades o vendiendo productos autóctonos;
Y los Rurales que se caracterizan por su
dispersión, su definición la describe el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI) en diferentes glosarios de los diferentes censos y encuestas
nacionales. Su problemática esta basada en la falta de infraestructura y el
desarrollo de actividades económicas no rentables sobre todo la agricultura
familiar en pequeñas extensiones de terreno con niveles de tecnología bastante
precarios, esto no permite alcanzar ingresos suficientes para acceder a
servicios educativos, de salud y vivienda de calidad por lo costoso de su
implementación tradicional, por lo tanto se necesitan servicios especiales e
innovadores para este sector[5], la
renovación de sus liderazgos, una nueva cultura familiar empresarial, entre
otras estrategias frente a las debilidades identificadas; su concentración se
da en la sierra del país y mas de la mitad se concentra en seis regiones, con
altos índices de incidencia en pobreza.
Definitivamente la estrategia de tener una política
unificada para las juventudes rurales, indígenas y afrodescendientes no seria
la opción que asegure la mejora de las condiciones de vida de estos sectores de
la población por la diversidad de sus demandas a pesar que estas
características se entre cruzan en los casos de afrorurales e indígenas rurales,
siendo necesaria una especialización por cada sector juvenil, pues hasta el
momento no esta claro en el caso afrodescendiente e indígena, quienes son,
cuantos son y donde están.
Bajo esta premisa e hipótesis de especialización
vamos a permitirnos realizar una descripción de la juventud rural peruana a
partir de investigaciones y publicaciones, datos de los censos y otras
organizaciones del Perú y América Latina, de políticas publicas peruanas a lo
largo de la historia republicana, tratados internacionales aplicados a este
sector y su impacto en el desarrollo nacional de manera que podamos construir
elementos que definan a la juventud rural como estratégica o vulnerable y nos
den indicios sobre su rol en la superación y erradicación de la desigualdad,
discriminación y pobreza y el desarrollo e innovación rural de manera integral.
[2] Decreto Supremo Nº 065-2004-PCM Estrategia
Nacional de Desarrollo Rural; 7. Promover las capacidades del poblador rural y
el capital social en el campo. Al logro de este objetivo se puede contribuir
con acciones como: iii) Fortalecimiento de la formación técnica y empresarial
de los jóvenes, orientada a la generación de capacidades para el empleo rural.
8. Promover la inclusión social. Para
ello se necesita de iniciativas en los siguientes órdenes: ii) Promoción de
proyectos e iniciativas de la juventud rural.
http://www.asesor.com.pe/proapa/leyes/275816.pdf
[3] Decreto Supremo Nº 038-2006-PCM; Lineamiento 11; Fortalecer las capacidades de los
jóvenes que viven en zonas rurales y comunidades nativas.
http://www.juventud.gob.pe/pnj/plan_juventud_peru.pdf
[4] Decreto Supremo Nº 027-2007-PCM; 3. En Materia de Juventud 3.7 Fortalecer las capacidades
de los jóvenes rurales e indígenas en sus espacios sociales y políticos
locales, así como su proyección hacia los ámbitos regional y nacional,
reconociendo y promoviendo sus culturas e identidades. http://www.pcm.gob.pe/InformacionGral/opp/2007/DS-027-2007-PCM.pdf
[5] Carolina Trivelli, Inauguración del Seminario Internacional de
Escalamiento de Innovaciones Rurales, Lima 7 de Mayo del 2012
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