POLÍTICAS DE JUVENTUD EN EL PERÚ 15 AÑOS ¿Y?

POLÍTICAS DE JUVENTUD EN EL PERÚ 15 AÑOS ¿Y?

La juventud y la adolescencia son etapas en la vida del hombre, varón o mujer, que bien llevadas logran trayectorias exitosas de vida y por ende de sus pueblos, centros poblados, distritos, provincias, regiones, países o continentes.

En el Perú, la Ley N° 27802 dice que la juventud comprende a los habitantes entre 15 y 29 años, mientras que la adolescencia entre 12 y 18 años, ¿pero qué es lo que busca el joven?

Según estudios sobre el tema, el joven durante su trayectoria o etapa de transición busca lograr dos metas; la independencia económica y la independencia emocional, es decir una toma de poder entre generaciones, para imponer el modo en que debería gestionarse sus relaciones inter personales, sean estas a nivel de familia, barrio o comunidad y jurisdicciones territoriales, incluso en los sectores productivos y de desarrollo.

¿Qué quiere decir esto? Que el problema perse de la juventud, no pasa por la pobreza, el desempleo, el subempleo, la falta de acceso a educación, o salud, ya que estos son problemas que pasan por el grupo poblacional al que perteneces, pues si perteneces a clases medias o altas y gozas de una buena salud mental, no son un problema, por lo que queda invisibilizado el verdadero problema o demanda especifica de los jóvenes. A esto se le suma los problemas que acarrea por su diversidad, sumado a la falta de inmadurez, ímpetu, innovación y fuerza de este grupo poblacional.

¿Pero qué hacer? Problemas y acciones como la delincuencia juvenil, el desempleo y sub empleo en jóvenes, incidencia en enfermedades invisibles como las de transmisión sexual, la paternidad precoz, y el poco interés en seguir la educación terciaria (universidades e institutos), es solo una forma de crisis de interrelación en el sistema de algunos grupos ante la falta de oportunidades y voluntad de escucha, de la que son víctimas en sus familias y comunidades, para lo cual necesitamos una estrategia innovadora, mas comunicativa y una forma diferente de ver estas dinámicas, mal llamadas problemas.

La Ley Orgánica de Municipalidades (2003), indica que es función de los municipios promover el desarrollo integral de la juventud, pero no hay pautas que digan cómo; y si bien es cierto existe desde el 2008 una Secretaria Nacional de Juventud (SENAJU) en el Ministerio de Educación (MINEDU); esta tiene problemas para hacer funcionar efectivamente el Sistema Nacional de Juventud creado por la Ley 27802 del Consejo Nacional de la Juventud (CONAJU), allá en el año 2002.

El Ingeniero Martin Vizcarra, en su primer mensaje como Presidente de la Republica del Perú, se dirigió especialmente a los jóvenes, pidiendo no perder la fe en sus instituciones, lo complicado es que después de quince años de políticas de juventud infructífera, es difícil que crean que el Perú es más grande que sus problemas.

Como es de conocimiento público, la población peruana ha crecido en casi seis millones entre el 2002 y el 2018; el presupuesto público, acorde con el crecimiento económico del país, se ha incrementado en casi cuatro veces y medio; sin embargo el presupuesto asignado para la promoción de la juventud no ha sufrido variaciones acorde con estas tendencias, entre el 2005-2006 fue de alrededor de seis millones de soles y entre el 2012 -2018 se incrementó de dos millones y medio a tres millones de soles (este año la ley anual de presupuesto público le asigno inicialmente menos de dos millones), sumado a que no existe legalmente un órgano rector que pueda impulsar políticas de juventud a nivel interministerial.

Y es que en el segundo gobierno del presidente García, en amparo de las atribuciones que le confiere la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y en el marco de la Ley Marco de Modernización de Gestión del Estado emitieron diversos Decretos Supremos con el fin de fusionar órganos del estado y optimizar el gasto público, entre ellos la Comisión Nacional de Juventud (CNJ), organismo público descentralizado de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y ente rector del CONAJU.

Dicho Decreto Supremo indica que toda referencia a las competencias, funciones y atribuciones del CNJ se referirán al MINEDU, adicionando en la práctica todo lo referente a políticas públicas en materia de juventud.

Sin embargo, no se tomó en cuenta que la Ley N° 26510 prohíbe al MINEDU, adicionar funciones a las determinadas por la Ley N° 25762, no estando Juventud entre ellas, cometiendo el error de modificar mediante Decreto Supremo, el Reglamento de Organización y Funciones (ROF) del MINEDU, adicionando funciones en materia de Juventud y creando la SENAJU en el año 2008, haciendo más compleja la ejecución de políticas públicas en el país, entre ellas la implementación del Plan Nacional de Juventud 2006-2011

El gobierno de Humala, al percatarse de este error en las modificaciones del ROF del MINEDU en los años 2012 y 2015 lo rectificó, contraviniendo el mandato de la norma de fusión con el CNJ y alineándose a la Ley N° 26510.

Si bien es cierto, hay muchos pendientes para impulsar el desarrollo de la juventud en el Perú, empecemos por dar un marco legal y administrativo que permita canalizar recursos para potenciar actividades en favor de la juventud, ya que con la derogación de las Políticas de Obligatorio Cumplimiento y la ausencia de un rector en materia de juventud, solo le queda al ejecutivo solucionar este enredo normativo.

Asimismo, atendiendo la demanda de independencia económica de los jóvenes, es imperativo mejorar los sistemas formativos y educativos, que los ayuden a lograr empleos de calidad y porque no con su innovación y capacidad para las nuevas tecnologías y nuevas tendencias globales en el desarrollo sostenible, crear puestos de empleos. La independencia emocional solo será posible con un agresivo trabajo en salud mental y educación preventiva, para evitar la paternidad precoz, la relaciones sexuales sin protección, la violencia de género y el inicio en acciones que bordean lo delincuencial, en concreto, sin articulación intersectorial e inter gubernamental en los diferentes niveles jurisdiccionales es imposible lograr el desarrollo de las nuevas generaciones del Perú.

Victor Alexis Ore Zevallos