NECESITAMOS MANCOMUNIDAD JUVENIL

Posiblemente sea valido desde el punto de vista personal, pero discutible en el caso de los grupos u organizaciones, el abuso de los liderazgos y el mal uso del sentido común en la toma de decisiones en nombre de la representatividad, vendiendo la conciencia y valores por los que fue elegido, debilitando la fuerza de las organizaciones juveniles y mermando o reduciendo el derecho de los jóvenes, haciendo que sus expectativas pierdan sentido y que sus esperanzas frustradas sean un peligro para la democracia.

Y no es que solo la juventud tenga problemas o razones para consolidar o negociar con la sociedad adulta y el estado, ya que aun tiene un problema de tolerancia e inclusión con sus pares, que son aun más urgentes a solucionar por una cuestión de coherencia, donde los universitarios, afrodescendientes, rurales, campesinos, amazónicos, etc. tengan una relación horizontal que permita una integración nacional hoy y en las futuras generaciones.

Es por eso que necesitamos construir una mancomunidad juvenil, no lideres que representen a toda la juventud (eso es imposible), sino lideres que sirvan de voceros e interlocutores entre la juventud y el mundo adulto en los diferentes espacios sociales, públicos, estatales e incluso internacionales donde sus habilidades puedan mostrar lo bueno que son en ese campo y lo que pueden aportar a su generación y al país, con la vocación de retornar lo aprendido o vivido en esas experiencias a la mancomunidad juvenil, así que jóvenes busquen su espacio, articúlense, pero no compitan por liderazgos entre la juventud, sino para la juventud